Sostenibilidad y Arquitectura (Parte II)

SOSTENIBILIDAD EN LA ARQUITECTURA (Parte II)

QUÉ PUEDE APORTAR LA ARQUITECTURA EN FAVOR DE LA SOSTENIBILIDAD?

Nos encontramos en un momento crítico, pero es una oportunidad histórica para la arquitectura y el sector de la construcción para dar una respuesta positiva a gran escala en favor de la Sostenibilidad a través de un cambio de paradigma y de la mejora del entorno construido.

Esta mejora puede ser alcanzada de diferentes modos, pero el más apropiado en mi opinión debe ser dado desde la propia arquitectura actuando principalmente con estrategias de diseño pasivo. Cuando hablamos de diseño bioclimático, “pasivo” y “activo” son términos utilizados como límites para desarrollar estrategias con integración del clima (pasivas) o de sistemas mecánicos (activas). La arquitectura debe actuar teniendo en cuenta dos objetivos principales que luego desarrollaré en detalle:

Primero, incrementar radicalmente la eficiencia energética en los edificios de nueva construcción y a rehabilitar. Hay que potenciar la tendencia actual en la arquitectura sostenible de diseñar y construir edificios con consumo energético nulo o casi nulo, son los llamados near Zero Energy Buildings, (nZEB).

Segundo, adoptar un modelo constructivo de ciclo de vida cerrado “de la cuna a la cuna” (Cradle to Cradle) que permita la reutilización de los residuos constructivos y así paulatinamente abandonar el actual modelo tradicional de construcción “de la cuna a la tumba” (Cradle to Grave) con gran generación y deposición de residuos.

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OBJETIVO UNO: Incrementar la eficiencia energética de los edificios. Estrategias.

Puede ser alcanzado desarrollando tres estrategias principales:

Reducir la demanda energética de los edificios:

Por medio del diseño pasivo y a través de variables arquitectónicas, optimizando el volumen construido por medio del adecuado factor de forma del edificio, controlando la relación de llenos-vacíos de las fachadas y realizando el control solar adecuado, mejorando la envolvente constructiva con cerramientos y carpintería de baja transmitancia térmica, eliminando puentes térmicos y aumentando su estanqueidad. Y por último, través de una aproximación bioclimática, aprovechando las condiciones naturales del lugar, orientando el edificio adecuadamente, maximizando el uso de la iluminación y ventilación natural, sacando partido a su vez de la inercia térmica de los materiales utilizados.

Incrementar la eficiencia de los sistemas activos del edificio.

Una vez bajada la demanda energética por medio de estrategias pasivas, el aspecto de los sistemas activos de un edificio es un tema crucial de diseño. El objetivo es reducir la demanda y el consumo de energía, disminuir costos operativos y maximizar el confort de los ocupantes utilizando sistemas eficientes de iluminación, climatización, ventilación y ACS, e incorporando energías renovables tales como la solar térmica, solar fotovoltaica, geotermia y biomasa.

Mejorar la gestión.

La fase de uso de un edificio debe ser valorada con detalle, puesto que todos los esfuerzos y medios que se han tenido en cuenta en el proyecto para lograr la eficiencia energética pueden verse truncados y los objetivos no alcanzados. Debe estudiarse en detalle el perfil de ocupación, uso y gestión, el funcionamiento pasivo y activo del edificio, implementando un riguroso control y seguimiento de consumos energéticos y condiciones de confort de los ocupantes y además implementando un adecuado plan de mantenimiento y gestión integral. Los ahorros potenciales por una correcta gestión energética pueden ser de un orden del 15-20%.

OBJETIVO DOS: adoptar un modelo constructivo de ciclo de vida cerrado. Estrategias.

El sector de la construcción- profesionales, técnicos, fabricantes de productos, instaladores, etc – ha comenzado a dar pasos positivos en este aspecto, pero sin embargo estos no han sido hasta ahora lo suficientemente decisivos y trascendentes para establecer una mejora sustancial de la Sostenibilidad en el ámbito de la arquitectura.

El uso materiales de construcción reciclados y reciclables, naturales renovables, no tóxicos, con baja energía incorporada en su fabricación, de origen y producción local debe convertirse en un estándar y no en una excepción a la regla dentro del mercado. La inclusión de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) y declaraciones ambientales de productos (DAPs) en los procesos de fabricación debe ser una constante, puesto que es un hecho positivo que ayuda a conocer el comportamiento medioambiental de los productos y aportar transparencia al sector de la construcción.

Julio Bermejo arquitecto · LEED AP BD+C

4A+A Arquitectura Ambiental