Cuando se nos funde en casa una de esas bombillas de siempre, las llamadas incandesentes, si, si, esas que tenian un hilito que se iluminaba dentro de su burbuja de cristal; entonces ¿qué hacemos?, esta claro ¿no?, nos vamos a comprar otra nueva a la ferreteria más cercana de casa, y compramos una de las que ahora nos ‘obligan’ a comprar, y que se llaman de bombillas de bajo consumo.
La verdad, es que estas nuevas bombillas que compramos son bastante más ‘feillas’ que las antiguas, pero como nos han dicho que nos ayudan a reducir nuestro consumo energético, pues las compramos. En la cajita que las contiene dice que son una A en la escala energética, las que consumen menos energía y las que más duran, o eso hemos oido, ¿no?. Pero… ¿hay alguna otra información que lleve la cajita que contiene la bombilla de bajo consumo que acabamos de comprar que deberíamos saber, y de la cual deberíamos estar informados por poder afectar directamente a nuestra salud y a la de nuestras familias?, la respuesta es SI, EN MAYÚSCULAS, y os preguntaréis ¿porqué?. Pues bien, hay varias razones, pero la más importante, es que estas bombilas contienen MERCURIO, eso si, en cantidades muy pequeñas, mucho menos que los antiguos termómetros ya prohibidos y retirados del mercado. La siguiente pregunta es ¿y qué?, ¿Qué quiere decir que contengan mercurio?, intentaré explicarlo brevemente y sin tecnicismos para que se entienda facilmente:
El mercurio es un material pesado, y también una sustancia altamente tóxica, inhalado, es una neurotoxina más venenosa que el arsénico o el plomo, y puede causar desequilibrios y diferentes problemas de salud a las personas. Por esta razón creo, bueno no, estoy convencido que se debería exiguir a los fabricantes de estas bombillas, que al comprarlas se informase al consumidor de lo siguiente:
– Si se funde una bombilla de bajo consumo, no hay que tirarla a la basura, podría romperse, y así, emanar los gases tóxicos que contiene. Hay que llevarla a un punto verde autorizado y preparado para su recogida.
– Si se rompe una bombilla de bajo consumo, sobre todo, no inhalar el gas que desprende, ventilar rápidamente la habitación y salir de esta durante al menos 15 minutos.
– Una vez ventilada la habitación, recoger los restos con unos guantes desechables, y evitar todo contacto con la piel. Los restos, hay que ponerlos en una bolsa sellada junto con los guantes utilizados, y llevarlos al punto verde autorizado.
¿Asusta un poco no?, supongo que si esta información apareciera en las cajas que la contienen, al igual que la letra A de mínimo consumo energético, la gente se lo pensaría dos veces antes de comprarlas.
Con este artículo no quiero alarmar a nadie que tenga este tipo de bombillas en casa, creo que si se está informado sobre como manipularlas en caso de rotura, no son un mal producto. Como alternativa para los más preocupados están las bombillas led, aunque eso si, bastante más caras y dignas de otro artículo, ya que tampoco son perfectas para la salud de las personas
Toni Escudé Poulenc, Enero de 2.014.
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