El pasado 1 de Julio fue el día Internacional del Arquitecto

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Los arquitectos en España estamos viviendo una situación laboral, económica y social nunca antes vista: hay arquitectos huyendo a otros países, arquitectos cambiando de profesión, arquitectos en paro, arquitectos deprimidos, arquitectos reinventándose… Nos ha tocado el premio gordo en la lotería, pero es verdad que jugábamos con muchos números.

Desde mi humilde punto de vista, creo que debemos intentar ver esta crisis como una oportunidad única para cambiar muchas cosas de la profesión que no se hacían bien, ya sea porque en las universidades no enseñaban lo que realmente debían, o bien, porque nos dejábamos llevar por la vorágine constructiva en que nos ofrecieron políticos y entidades bancarias. Creo que ante todo, y como bien decía una compañera sevillana en el último Congreso de Arquitectura y Salud celebrado en Barcelona, los arquitectos debemos empezar a entonar el ‘mea culpa’, sí, nosotros también tenemos mucha culpa de la situación que en estos momentos estamos viviendo, y no voy ha entrar en más detalles, ya que lo pasado, pasado está.

Creo que esta crisis la podemos aprovechar, y nos da la oportunidad para poder reflexionar sobre el pasado, y volver a empezar de nuevo, hacerlo con una arquitectura que esté al servicio de la sociedad, como tendría que haber sido, y no al ego de cada uno, una arquitectura que no sea una competición entre los arquitectos para ver quién es el que hace el proyecto más espectacular.

Debemos aprender a escuchar más a las personas, las que vivirán en nuestros proyectos, y las que no, ponernos a su servicio como técnicos que somos, y ofrecerles nuestra profesionalidad para conseguir que sus ideas, sus preocupaciones, y sus intereses se hagan realidad con una arquitectura modesta pero inteligente.

Recuperemos las tradiciones arquitectónicas del pasado, son bellas, y se basan en el respeto a la naturaleza del lugar, a sus materiales, a su luz, a sus técnicas constructivas mucho más duraderas que las actuales, en el fondo, a una arquitectura del sentido común, de la colaboración y de la confianza con otros profesionales que también tienen mucho que decir en nuestros proyectos.

No sé si el resto de compañeros arquitectos estarán de acuerdo conmigo, pero es mi pequeña reflexión en el día del arquitecto!

Toni Escudé Poulenc, arquitecto de Aa